jueves, 13 de junio de 2013

San Antonio de Padua




Comparto esta devoción de los "Trece Minutos con San Antonio" para que el alma piadosa pueda honrar la memoria del Glorioso San Antonio hoy en su fiesta. Recomiendo por experiencia personal la devoción a este gran santo, pues es de los más milagrosos, cuya intercesión es de gran ayuda ante el trono del Dios Altísimo:

Arrodillados ante su imagen (puede imprimirse la estampa) le diremos con ternura:
 
TRECE MINUTOS CON SAN ANTONIO DE PADUA

Trece minutos que estaré a tus pies, padre mío San Antonio, para ofrecer mi invocación sentida ante tu imagen milagrosa, de quien tanto espero, pues bien se ve que tú tienes poderosas fuerzas divinas para llegar a Dios. Así lo revelan tus patentes milagros, padre mío San Antonio, pues cuando acudimos a ti en horas de tribulaciones, siempre somos prontamente escuchados.
Hoy que es un día tan grande, llegarán a ti, miles de almas, que son tus fervientes devotos, a pedirte, porque sabemos que nos harás grandes concesiones, poniendo en primer turno a los más necesitados para que reciban tus favores. ¡Qué consolado me siento al entregarte mis penas!
Espero Santo mío me concedas la gracia que deseo y si me la concedes, te prometo contribuir con una limosna para tus niños pobres.
Tres grandes gracias te concedió el Señor; que las cosas perdidas fueran aparecidas, las olvidadas recordadas y las propuestas aceptadas. ¡Cuántos devotos llegarán a ti, diariamente a pedirte alguna de las tres, y tú jamás te niegas a concederlas! ¡Qué llegue hoy a ti lo mío que tan necesitado pone a tus pies éste humilde devoto.
Tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias.

Ahora medita alma mía, en las siguientes palabras como sí salieran de los mismos santos labios de San Antonio de Padua:

Dice San Antonio de Padua:
"Procura todos los días recogerte durante al menos cinco minutos ante el altar o imagen de San Antonio, figurándote que te habla en la siguiente o parecida forma:
Mucho tiempo hace que yo te esperaba, porque conozco las necesidades en las que te encuentras y cuyo socorro deseas obtener del Señor por mi intercesión. Estoy pronto a dispensártelo; manifiéstame sinceramente lo que necesitas; franquéame tu corazón afligido; yo derramaré sobre él una gota del bálsamo celestial que cure todas tus llagas y haga desaparecer tus dolores. ¿Pobre hijo/a mío/a! ¡cuántas son tus adversidades, tribulaciones e indigencias, así del cuerpo como del alma! ¿No es verdad que deseas mi auxilio para llevar a feliz término aquel asunto, para salir airoso de aquel pleito, para encontrar aquella cosa o ser perdidos, para recobrar aquellos intereses, para precaver aquel mal que te amenaza, para conseguir aquel bien que deseas, para restituir la paz en la familia o en aquella otra en donde sabes que ha echado raíces la cizaña de la discordia, para impetrar el dolor de los pecados para ti o para aquellas otras personas, para alcanzar las virtudes cristianas, para librarte a ti y a aquellos tus seres queridos y amigos del peligro del pecado, para librar a tal o cual alma allegada de las penas del Purgatorio?
Manifiéstame hijo/a mío/a con entera confianza tus deseos. Prontísimo estoy a escuchar tus súplicas, con tal que no sean contra tu bien espiritual y las propongas conforme a la Voluntad divina. Mas a cambio de mi generosa protección te pido una insignificante muestra de agradecimiento: si me quieres hallar siempre propicio, sé más asiduo en la recepción de los Santos Sacramentos, más devoto de la Pasión del señor y de Nuestra Amantísima Madre María, más amante de los pobres y de las Ánimas Benditas del Purgatorio; pues has de saber que nada niego cuando se me pide mediante alguna ofrenda material para los míseros o espiritual para Jesús y María y las Ánimas. Has de tener en suma, una voluntad pronta y decidida no sólo para ser buen/a cristiano/a, sino aun para seguir la divina vocación, si te llama a estado más perfecto. Bien, ahora ya te concedo la gracia que más ansiabas; recibe mi bendición, vete en paz a tus quehaceres y jamás vuelvas a pecar."

viernes, 7 de junio de 2013

Sagrado Corazón de Jesús

 
¡ ALABANZAS SEAN DADAS AL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS!
 
 
 Hoy celebra la Iglesia la Fiesta del Sagrado Corazón del Divino Redentor. Es el Corazón de Jesús, la fuente inagotable del amor. Es su Santísimo Corazón, el más amante por los hombres, es ese mismo corazón que tanto palpita por la salvación de las almas, es ese mismo Deífico Corazón que agonizó en el Calvario y dejó de latir por breve tiempo para darnos las delicias eternas de paraíso.
 
Es el Dulce Corazón de Jesús, Rey y Centro del alma piadosa, el primer principio y el último fin del buen cristiano. La Devoción al Sagrado Corazón nace de un fuerte deseo de amar, así como el nos ama. Él se desborda de amor por nosotros, el nos ama inmensamente y desea ser correspondido.
 
Nosotros somos los esclavos de su Majestad Santísima, y no debemos anhelar cosa alguna más que lo que anhela su Divino Corazón. Es Cristo el Rey de todo cuanto existe, y todo cuanto existe debe reconocerlo como tal, y amarlo y hacerlo amar. El alma piadosa encuentra en el Corazón de Jesús el Método Divino para no caer en la tibieza espiritual, para encenderse en un amor ardiente hacía el Dulce Redentor.
 
 
 En el amor ardiente por el Sacratísimo Corazón de Cristo se encuentra la meta de todas las devociones, el culmen de la vida de piedad: Pertenecer únicamente al Sagrado Corazón del Salvador, no desear sino lo que el desea y hacerlo amar inmensamente por todos los hombres.
 
El Amo Supremo del Universo, el Dios Eterno y Todopoderoso, nos presente su amor infinito hecho carne en el Divino Corazón de Jesús; y no debemos nosotros olvidarnos nunca de corresponder su santo amor. No es preciso saber mucho para agradarle mucho: basta que lo amemos con fervor. Y podemos demostrarle nuestro amor desde las cosas pequeñas. Podemos ofrecer a su Dulcísimo Corazón que durante el día todo lo haremos con amor por él. Podemos ofrecer continuamente jaculatorias, "Sagrado Corazón de Jesús: en vos confío", "Dulce Corazón de mi Jesús, haced que os ame cada día más y más", ""Corazón de Jesús haced que os ame en el tiempo y en la eternidad", "Oh Jesús Manso y Humilde de Corazón, haced mi corazón semejante al vuestro". Hay infinidad de cortas oraciones y palabras llenas de amor para agradarle más y más, para enamorarnos inmensamente de él. Pidamos al Corazón Santísimo de Jesús que guarde dentro de Él a todas las naciones del mundo especialmente a Colombia y España, que son las naciones de predilecta devoción por el Corazón de Jesús.
 
 
¡ GLORIA, AMOR Y REPARACIÓN AL DIVINO CORAZÓN DE JESÚS!